Un hombre que sufre cáncer terminal ha escrito una carta a su hija pequeña, también seriamente enferma, en la que le da consejos para afrontar la vida cuando él ya no esté para que no se deje vencer por el abatimiento.
Los médicos no le dan mucho tiempo de vida a Tom Attwater, un padre británico con un tumor cerebral. Su hija Kelli, de 5 años, también está seriamente enferma, ya que fue tratada por neuroblastoma en dos ocasiones, primero cuando tenía solo tres meses, y por segunda vez a los 2 años de edad.
Es muy probable que la niña pueda recaer en cualquier momento, razón por la que su padre se ha dedicado a recolectar fondos para su tratamiento futuro. Al mismo tiempo, Tom ha querido recolectar algo no menos valioso para su hija: una serie de consejos para que afronte la vida cuando él ya no esté a su lado:
"La mayoría de padres e hijas tienen décadas para hablar sentados a la mesa con sus manos calentadas por las tazas de café, cuando el papá le da consejos y la hija no duda en tornar los ojos. Tú y yo no tenemos ese tiempo", arranca la carta.
"Es importante aplicarse en la escuela, pero asegúrate de haberte divertido", le aconseja a su hija.
"Tendrás novios cuando seas mayor, mucho más mayor espero, … y yo no estaré para darte consejos. Es complicado describirte cómo se siente uno al estar enamorado. Tal vez me recordarás junto a tu mamá, riéndonos y abrazándonos en un sofá, y cuando los corazones y las flores empezarán a desvanecerse, que es como el amor verdadero se ve. ¡Diviértete buscándolo!".
"Siempre escoge a un chico con los valores, modales y el respeto de un caballero. Imagínalos tomando té y conversando con nosotros, con nuestra familia, en nuestra mesa, y si crees que convienen, entonces has encontrado a un joven decente".
"Tú y mamá os pelearéis de vez en cuando… Dale a tu mami un abrazo cuando se sienta triste y ayudáos una a otra a pasar los malos momentos cuando yo ya no esté".
"Trata a la gente como la gente te trata a ti. Nunca agredas a nadie".
"En su primera Navidad sin mí, sería genial que vosotras dos bailaran el baile de los monos. Saltando y sacudiendo los traseros siempre nos daba la risa".
"Tenías dos años cuando me dijiste que querías ser una 'princesa astronauta' para poder llevar vestidos bonitos y descubrir nuevos planetas. ¡Tal vez ahora ya sabes que esto no es posible, pero hay tantas cosas que sí son posibles para ti!".
"Viaja por el mundo todo lo que puedas. Pero nunca en una motocicleta (demasiado peligroso)".
"Por favor dona a la caridad. La caridad fue generosa contigo y conmigo. Nunca olvidaré los sacrificios que la gente hizo para pagarte el tratamiento por si el cáncer regresa. Es importante recompensar".
"Sé que me harás sentir orgulloso y realizarás algo grandioso en mi memoria. Sé que lo puedes hacer, ¡así que ya es hora de empezar!".
Tom Attwater intentó luchar contra la enfermedad de su hijastra Kelli, a quien le detectaron neuroblastoma -una forma de cáncer infantil- a la edad de tres años
Un padrastro logró recaudar los 676.850 euros que necesitaba para el tratamiento del cáncer de su hija mientras él luchaba contra un tumor cerebral que le ha llevado finalmente a la muerte, según publica theladbible.com.
Tom Attwater, de 32 años, intentó luchar contra la enfermedad de su hijastra Kelli, a quien le detectaron neuroblastoma -una forma de cáncer infantil- a la edad de tres años.
Antes de fallecer, Attwater reconoció sus intenciones asegurando que no podía morir en paz hasta saber que había hecho todo lo posible para garantizar que Kelli pudiera vivir muchos años más.
La viuda de Tom, Joely Attwater, dio a conocer la noticia en su perfil de Facebook.
Aunque sus esfuerzos iban todos dirigidos a reunir el dinero suficiente para darle un mejor futuro a su hijastra, Tom pretendía casarse con el amor de su vida, Joely, y tener un hijo propio con ella.
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