domingo, 14 de agosto de 2016

La chica de los cd´s



Había una vez un chico que nació con una enfermedad que desgraciadamente no tenía cura, con casi 17 años él podía morir en cualquier momento. Desde pequeño siempre vivió en su casa bajo el cuidado de su madre.


Sin embargo él ya estaba harto y decidió salir solo de la casa por primera vez. Le pidió permiso a su madre y ella acepto pensando en que no le podía negar nada al chico. Mientras caminaba por su cuadra vio muchas tiendas.


Al pasar por una tienda de música, notó la presencia de una chica de su edad que se veía realmente tierna. ¡Fue amor a primera vista! Abrió la puerta y entró con los ojos puestos en ella . Acercándose lentamente llegó al mostrador donde se encontraba ella.


La chica lo miro y le dijo, “¿Te puedo ayudar en algo?”

Mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida y sintió deseos de besarla en ese mismo instante.


Tartamudeando él le contestó, “¡Si, me gustaría comprar un CD!” Sin pensar él tomo el primero que vio y le dio el dinero.

“¿Quieres que lo envuelva?”, pregunto la chica sonriendo de nuevo.

Él respondió que sí moviendo la cabeza afirmativamente.

Se fue a su casa y a partir de ese día, visitó la tienda todos los días con el pretexto de comprar o ver los CD’s. Cuando compraba un CD, ella siempre le ofrecía envolverlo, y él se los llevaba y los guardaba en el clóset de su habitación. El chico era muy tímido para invitarla a salir, y cuando estaba a punto de invitarla se arrepentía.


Su mamá se enteró de ésto e intentó animarlo a que invitara a salir a la chica, así que el día siguiente ser armó de valor y se dirigió a la tienda.

Como la mayoría de los días, compro un CD, y ella se dio vuelta para envolver el disco. Aprovechando la distracción de la chica, rápidamente dejó en el mostrador un papelito con su teléfono y salió corriendo de la tienda.


Ringggg! Su mamá contestó “¿Bueno?”

Era la chica de la tienda, preguntó por su hijo y la madre desconsolada comenzó a llorar mientras decía: “¿Qué no sabes? Murió ayer”. Hubo un silencio prolongado, excepto por los lamentos de la madre.


Más tarde, la mamá entró en el cuarto de su hijo para recordarlo. Comenzó viendo su ropa, así que abrió su clóset. Para su sorpresa se topó con montones de CD’s envueltos, ni uno estaba abierto.

Le causo curiosidad ver tantos y no se resistió, tomo uno y se sentó sobre la cama para verlo. Al hacer ésto un pequeño pedazo de papel salió de la cajita de cartón. La mamá lo tomó y vio que decía:

¡Hola! Me agradas y me caes muy bien a pesar que no te conozco, ¿Aceptarías una invitación a salir por un café o al cine? Saludos. Sofía.


La madre vio todos los papelitos y ¡decían lo mismo!

Moraleja:

Así es la vida, no esperes demasiado para decirle a alguien especial lo que sientes por él/ella. Díselo hoy, mañana puede ser demasiado tarde.

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