Un forastero que andaba en busca de las cosas divinas le preguntó al Maestro cómo podría, cuando regresara a su país, distinguir entre un verdadero maestro y uno falso.
El Maestro le dijo:
—El bueno propone prácticas; el mal maestro propone teorías.
—Pero, ¿cómo podré distinguir entre una práctica buena y una práctica mala?
—Del mismo modo que un agricultor distingue entre un cultivo bueno y un cultivo malo.
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