El discípulo dijo al maestro:
—He pasado gran parte de mi vida viendo cosas que no debía ver, deseando cosas que no debía desear, haciendo planes que no debía hacer.
El maestro invitó al discípulo a dar un paseo. Por el camino señaló una planta y preguntó al discípulo si sabía lo que era.
— Belladona. Puede matar a quien coma sus hojas.
— Pero no puede matar a quien se limite a contemplarla. De la misma manera los deseos negativos no pueden causar ningún mal, si tú no te dejas seducir por ellos.
Otros blogs que te pueden interesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario