jueves, 8 de noviembre de 2018

PJ Harvey & Nick Cave



El mundo de la música está lleno de parejas icónicas: desde John Lennon y Yoko Ono hasta Kim Gordon y Thurston Moore. Para mí, una de las más interesantes es la que formaron PJ Harvey y Nick Cave. Mientras PJ Harvey escribía una canción sobre una madre que ahogaba a su hija, Nick Cave preparaba un álbum cuyas canciones trataban exclusivamente sobre asesinatos y sus consecuencias.

Obviamente, ninguno de los dos es un perturbado. Sin embargo, a ambos les rodea un extraño halo de melancolía y tortuosidad. Hay una oscuridad inherente a su música, y eso me encanta, para qué negarlo. Se conocieron precisamente durante la grabación de Murder Ballads (1996), un disco compuesto de fábulas macabras. PJ declaró que admiraba el trabajo de Cave y que sería interesante conocer a alguien que perteneciese al mismo planeta musical, y gracias a un guitarrista de los Bad Seeds, acabó colaborando y cantando una canción de Murder Ballads con él. La canción se llama "Henry Lee" y habla sobre una mujer que apuñala a su enamorado porque no se quiere acostar con ella. Nick Cave declaró que durante la grabación del videoclip no había nada ensayado, que fue un rodaje improvisado de una sola toma y que PJ y él casi ni se conocían por aquel entonces. Pues bien, que cada uno vea el videoclip y juzgue por sí mismo.

Ellos nunca confirmaron su relación, pero Nick Cave más tarde confesó que algunas de las letras de The Boatman's Call (1997) reflejaban sus sentimientos tras su ruptura sentimental con ella ("West Country Girl", "Black Hair" etc). En "People ain't no good", de ese mismo disco, Cave canta: "Envía una docena de lirios para nuestro amor, envía un ataúd de madera para nuestro amor".

PJ Harvey (que por cierto, hoy cumple 43 años) me parece una diosa. Es una artista muy completa, y no sólo porque es multiinstrumentista. Ha pasado por el grunge, el rock visceral, el rock experimental, el folk, e incluso en uno de sus discos se atrevió a tocar el piano a pesar de su falta de experiencia con este instrumento. Su último disco, Let England Shake (2011), está parcialmente inspirado por sus sentimientos de impotencia y enfado hacia conflictos como las guerras de Irak y Afganistan, y aborda temas como el imperialismo y el orgullo nacional. Es considerado por muchos el mejor álbum del año pasado. Ella afirma estar influenciada por Joyce, T.S. Eliot, Yates y Ted Hughes (entre otros) a la hora de escribir sus letras, y la verdad es que escuchar sus entrevistas resulta estimulante. Por eso, creo que no podría tener más razón cuando en "Henry Lee" le canta a Nick Cave: "no encontrarás a otra chica en éste maldito mundo que se pueda comparar a mí".

Aunque lo cierto es que cuando escucho "Into my arms", me doy cuenta de que PJ Harvey también tuvo suerte de encontrarle a él. Al fin y al cabo, es la inspiradora directa de esta canción tan dolorosamente bonita cuya primera estrofa por sí sola ya es demoledora:

"Yo no creo en un Dios intervencionista,
aunque sé, cariño, que tú sí.
Pero si lo hiciera, me arrodillaría y le pediría
que no interviniera en lo concerniente a ti,
que no tocara un pelo de tu cabeza,
que te dejara tal como eres,
y que si sintiera que tiene que dirigirte,
entonces te dirigiera a mis brazos."

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