Los seres humanos estamos hechos para vivir en pareja, eso es un hecho. Una de las misiones que se nos han encomendado en esta vida es encontrar a la persona que nos complemente durante el resto de nuestra existencia, es decir, nuestra media naranja. Es cierto que en el camino vamos a tener más de una desilusión e incluso nos van a romper el corazón, pero finalmente la espera merece la pena: al final del camino nos estará esperando esa persona tan especial, con la que seremos felices para siempre.
Se dice que el amor que sentimos por nuestra pareja es infinito, pero con el tiempo es posible que ese sentimiento de afecto y cariño se desgaste. Lo que en principio parecía ser algo que duraría toda la vida en muchos casos se trunca por un error o un cambio de comportamiento en uno de los miembros de la pareja; uno de los principales pensamientos que solemos tener es este: “¿realmente estoy compartiendo mi vida con esta persona?” Hoy todo será muy diferente, ya que hablamos de un caso de amor verdadero y sin brechas.
Suele decirse que el amor que una madre siente por su hijo es el mayor de los sentimientos, pero normalmente no tenemos en cuenta esa sensación de tener un flechazo cuando estamos en clase o cuando vamos caminando por la calle. Un simple cruce de miradas puede bastar para que dos personas sientan que están hechos el uno para el otro; si comienzan a conversar seguramente surja la chispa entre ellos, por lo que pronto comenzarán una relación sentimental. Y es que el más mínimo detalle puede marcar la diferencia.
En una relación de pareja no basta solamente con dar un beso de vez en cuando a esa persona amada, sino que cada día hay que sorprenderla de las maneras más ocurrentes y originales. Uno de los principales problemas de una relación es la monotonía, por lo que ambos tenemos que luchar para que no se convierta en un inconveniente en la felicidad de la pareja. Si estamos en pleno noviazgo, hay que estar con esa persona tanto en los buenos momentos como en los malos; permanecer al lado de quien más quieres cuando haya algún problema puede hacer que todo sea felicidad para vosotros en el futuro.
Una de las peores sensaciones que pueden experimentarse es ver cómo uno de tus familiares o amigos tiene un grave accidente o enterarte de que ha contraído una enfermedad terrible. Si el caso se da en una de las personas más próximas a nosotros, entonces tendremos un dolor realmente punzante en nuestro pecho. Aunque no creamos en nada, solemos rezar a Dios para que por favor cure a esa persona que tanto apreciamos; es posible que no estemos ayudando mucho pero la esperanza es lo último que se pierde.
Después de un accidente o de un shock traumático algunas personas caen en un estado de coma. ¿A qué nos referimos con esto? Los comatosos tienen sus funciones vitales funcionando al mínimo nivel, lo suficiente para mantenerlos vivos; es realmente duro ver cómo alguien que te ha acompañado durante tanto tiempo se encuentra en ese estado tan lamentable: los seres humanos podemos estar décadas así. A continuación conoceremos una historia bastante emotiva protagonizada por una chica que estuvo en coma 70 días; cuando todo parecía perdido sucedió el milagro.
Los accidentes de tránsito y automovilísticos se cobran cada año decenas de miles de vidas humanas en todo el mundo, lo que es una verdadera lástima. Tanto los conductores como los peatones deben conocer las reglas más importantes de seguridad vial; podríamos evitar muchas tragedias si solamente actuáramos con sentido común. A comienzos de 2016, una joven china llamada Fu Jun sufrió un accidente muy grave cuando circulaba con su moto por la ciudad de Anshan; la chica no vio cómo un coche se le cruzaba, por lo que ambos chocaron.
Fu Jun saltó por los aires y se golpeó la cabeza contra el suelo; si no hubiera llevado casco no sabemos lo que habría pasado, pero por suerte la joven lo portaba en su cabeza. Las emergencias llegaron rápidamente, pero pronto comprobaron que la chica había entrado en un estado de coma. Su novio, de nombre Ben Chen, sintió que su mundo se derrumbaba al enterarse de la noticia, pero decidió dedicarse en cuerpo y alma a estar con su pareja hasta que se recuperara.
Los días iban pasando y Fu Jun no se recuperaba. Ben Chen dejó su trabajo de repartidor para estar día y noche con su novia; solamente la dejaba para ir al baño y para comer. La madre de Jun sintió una admiración muy profunda por el novio de su hija: solamente una bella persona se sacrificaría tanto por otra. Nuestro mundo puede ser muy cruel, pero en algunas ocasiones suceden milagros muy especiales que a todos nos sacan una sonrisa: después de pasar 70 días en coma Fu Jun despertó e inmediatamente se dirigió a su novio para decirle unas palabras muy especiales.
“¿Por qué me has salvado? No era necesario que estuvieras cuidando siempre de mí; si no quieres casarte conmigo lo entiendo, no deseo ser una carga pesada para ti.” Ben, con lágrimas en los ojos, le susurró lentamente que la amaba y que quería pasar el resto de su vida con ella; unos días más tarde Fu Jun se recuperó totalmente, por lo que ambos pudieron volver a casa. Las redes sociales pronto conocieron la historia de esta pareja, y muchos internautas comentaron que Ben era uno de los mejores hombres que habían pisado la faz de la Tierra. Desde aquí deseamos mucha suerte ambos; ¡que sean muy felices y coman perdices!.
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