Peggy Harris es una mujer mayor de Vernon, Texas, que ha tratado de sacar siempre el máximo provecho a lo que le ha ofrecido la vida.
Pero detrás de su cálida sonrisa se esconde una profunda pena que se originó cuando todavía era muy joven.
La historia empieza en 1944, cuando Peggy conoció a Billie, un apuesto piloto de 22 años. Los dos se enamoraron y se casaron.
Pero lo que debería haber sido el inicio de una larga historia de amor pronto se volvió una pesadilla.
Peggy y Billie se casaron en 1944. Todavía eran adolescentes y no veían la hora de iniciar una vida juntos.
Hicieron planos y compartieron sus sueños, pero no tenían idea de cuán drásticamente sus vidas iban a cambiar.
Tan solo seis semanas después de la boda, Billie fue enviado a Europa, que se encontraba entonces inmersa en la Segunda Guerra Mundial.
Peggy tenía miedo, pero sabía que Billie tenía que cumplir su deber.
Peggy pronto perdió contacto con su amado Billie. Se pasó días y noches preocupada por su marido.
Semanas y meses pasaron sin noticias desde el otro lado del Atlántico. Peggy no recibió noticias ni de Billie ni del ejército.
Finalmente, la guerra terminó, pero Peggy todavía no tenía ni idea de si su marido estaba vivo o muerto.
Trató de seguir adelante con su vida, pero Peggy no podía dejar de pensar en que Billie quizás un día picaba a su puerta y le decía: "¡Cariño, estoy en casa!".
Pasaron los años y el luto y la ansiedad de Peggy por su marido siempre fue una sombra en su vida.
Toda esperanza parecía perdida, su amado Billie o estaba muerto o simplemente la había abandonado.
Peggy no quiso conocer a otros hombres. Billie era el amor de su vida y no quería traicionarle.
Finalmente, sin embargo, Peggy se rindió. Estaba más o menos convencida de que su marido estaba muerto. ¿Por qué otro motivo no la habría contactado?
Setenta años después de la misteriosa desaparición, uno de los parientes de Billie decidió descubrir la verdad.
Contactó al ejército y logró acceder a los archivos sobre Billie. Aunque nadie se sorprendió cuando se descubrió que Billie había muerto en la guerra, las circunstancias de su muerte sí que fueron sorprendentes.
Según los datos del ejército, Billie murió en 1944, seis semanas después de la boda con Peggy. Su avión fue atacado en Normandía y Billie se estrelló cerca de la localidad de Les Ventes, en Francia.
Testigos explicaron que Billie evitó que su avión se estrellara en un área residencial. ¡Fue un auténtico héroe!
Cuando Peggy conoció la historia de cómo su marido murió se puso triste, pero también se sintió aliviada por finalmente saber la verdad.
Sintió que tenía que ir a Francia a visitar la tumba de su marido.
Cuando Peggy llegó al pueblo de Les Ventes quedó muy emocionada.
Su marido era muy respetado en el pueblo, incluso había una calle con su nombre.
Por si no fuera suficiente, tres veces al año la gente del pueblo celebra la vida del valiente piloto estadounidense que luchó por su liberación y pagó con su vida.
Un hombre de 91 años que fue testigo del accidente de Billie explicó a Peggy lo que pasó con sus propias palabras.
El hombre y algunos amigos fueron los primeros en llegar a la escena. Se encargaron del cuerpo de Billie y le dieron un entierro digno.
Durante los últimos 70 años, la gente del pueblo se ha reunido alrededor de la tumba de Billie para honrar a su héroe.
Los restos de Billie fueron finalmente transferidos a un cementerio en Normandía, pero su tumba está en Les Ventes para que la gente pueda honrarle.
Durante la visita, Peggy aprovechó para agradecer a estos extraños que cuidaran la memoria de su marido por tantos años.
En un momento un veterano le dijo: "si tan solo fuera capaz de ayudar".
La respuesta de Peggy fue profunda y simple: "ya lo hiciste".
Tras su primera visita, Peggy ha regresado a Les Ventes cada año para honrar a Billie y a los lugareños.
Están muy orgullosos de tenerla allí y de alguna forma Peggy se siente en casa en Les Ventes tanto como en Texas.
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