Una bandada de águilas estaban picoteando semillas en la tierra de un granjero. Ya que el granjero les arrojaba comida cada día, ellas se estaban en la granja día tras día, mes tras mes. Una vieja águila voló cerca y vio a sus amigos.
— ¿Por qué están en la tierra?
—El humano nos alimenta y no tenemos necesidad de ir a ningún otro lugar, ellas respondieron.
—Pero ustedes son águilas y han olvidado cómo volar. Su reino es en el cielo, no en la tierra. Permítanme liberarlas.
El acondicionamiento físico de nuestros placeres sensuales no amarra a este plano terrenal. Hemos olvidado que no somos físicos sino Cuerpos de Luz. Podemos volar. Podemos escapar nuestra existencia condicionada, nuestro estado hipnótico.
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