Pocas cosas en la vida superan el amor que un abuelo tiene por sus nietos y esta historia que tiene lugar en la localidad de Yibin, en la provincia de Sichuan, en China, es una muestra tangible de eso.
Pese a su discapacidad, Fang Mei Qiu, de 14 años, nunca se pierde un día de clase y siempre llega puntual a la escuela. Puede lograr esto gracias a su abuela, una anciana de 66 años que recorre todos los días y a pie cuatro kilómetros de veredas a través de las montañas, hasta la escuela, cargando a su nieta en la espalda.
Fang Mei Qiu nació con un problema en las rótulas que la imposibilita para soportar su propio peso. Por lo que no puede permanecer de pie más que unos cuantos minutos sin sentir dolores insoportables, mucho menos puede caminar hasta la escuela. Constantemente requiere de ayuda para moverse. Y como si las cosas no fuera ya lo suficientemente duras para esta niña, su padre la abandonó cuando apenas era un bebé y su madre se volvió a casar, dejándola al cuidado de sus abuelos. Como su abuelo ya está demasiado enfermo y viejo como para hacer algo, Fang Mei solo puede echar mano de su abuela, quien la cuida como nadie atendiendo todas las necesidades de la pequeña.
La abuela se despierta todos los días a las 5 de la mañana y se prepara para el arduo trabajo. A la 7 a.m. inicia su jornada para llevar a Fang Mei sobre su espalda. Se detienen cuando menos cinco veces durante el recorrido y como el terrero es bastante accidentado les toma por lo menos una hora y media cubrir los 4 kilómetros a pie. Pese a esto, nunca llegan atrasadas: la tenaz abuela se asegura que su nieta llegue a las 8:30 todos los días. Viene haciendo esto desde hace cinco años, recorriendo más de 4,000 km hasta ahora, un recorrido que se hace más difícil a medida que la niña crece y la abuela envejece.
Resulta algo verdaderamente increíble lo que esta abuela hace por su nieta. Mientras que sus desgraciados padres simplemente la abandonaron a su suerte, esta señora hace algo que cada día resulta más difícil, incluso para una persona joven y fuerte. Fang Mei se encuentra en plena etapa de desarrollo y, a los 66 años, resulta increíble imaginar de dónde saca esta señora toda esa fuerza y disposición. Lo único que le preocupa a la anciana es el destino de Fang Mei una vez que sus dos abuelos lleguen a faltar. La abuela cuenta que tiene una pesadilla horrible recurrente sobre el tema:
“Fang Mei cae sobre un pozo e intento alcanzarla para ayudarla a luchar, pero nuestras manos nunca se tocan”.
Por su parte, Fang Mei dice que hace todo lo que puede para hacerle más fácil el trayecto a su abuela. Ella intenta soportar su peso sobre dos muletas artesanales hechas de bambú, y además camina el tiempo que puede soportar. Fang Mei sabe que el estudio es algo muy importante y, por eso, se dedica mucho a la escuela para hacer vales los esfuerzos de su abuela. Sus sueños no son nada extraordinario: a ella le gustaría vivir en un lugar plano donde por lo menos pudiera arrastrase para moverse y ver a sus abuelos en una linda casa, como un agradecimiento por todo lo que hacen por ella.
Afortunadamente, esta historia agridulce tiene un final feliz. Luego de ser cubierta masivamente por los medios de comunicación y luego de volverse viral en las redes sociales chinas, las autoridades locales decidieron intervenir y ayudar: la familia se mudó a una casa más cerca de la escuela y a Fang Mei se le proporcionó una silla de ruedas para que se moviera en la zona. Las autoridades también acompañaron a la niña a una institución médica de la localidad para ver si la condición de la joven puede ser mejorada.
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