jueves, 29 de noviembre de 2018

John Caleo y Timothy Conigrave



“He amado a su hijo por quince años, realmente… 
¿Me nombraran como un buen amigo?”

 En 1995, diez días antes de su muerte, Timothy Conigrave terminó de escribir el libro en que homenajeaba a John Caleo, con quien mantuvo una relación durante quince años, 20 años después Neil Armfield estrena Holding the man, película basada en esta historia, justo en el momento en que en Australia (país de realización) se discutía el matrimonio entre personas del mismo sexo, causando revuelo y convirtiendo antes de su estreno, en la película Icono del cine Gay.
Tim (Ryan Corr) un aspirante a actor y John (Craig Scott) capitán del equipo de fútbol, se conocen en los setentas en el colegio católico “Xavier de Melbourne”, el primero es tratado como homosexual en un colegio de hombres y pese a las dudas y el miedo, comienza una amistad con John. 

Con el pasar de los días sabrá que su compañero también ha desarrollado sentimientos hacia él y comenzará una historia clandestina de amor.
La clandestinidad no dura mucho, pronto profesores, compañeros y padres se enteraran de la verdad e intentarán separar a la pareja incluso con amenazas legales. 
Recordemos que hace un par de décadas la “sodomía“ era un delito y te podían encarcelar por eso, pero bueno como dijo el Papa “el amor es más fuerte”. 

Tim y John asustados, dan la lucha y su amor se vuelve cada día más fuerte, así los vemos crecer y desenvolverse en distintas áreas hasta la adultez, los padres siguen sin aceptar la relación y a pesar de pasar por peleas, desencuentros y separaciones, la pareja se mantiene estable hasta que en la década de los ochenta se topan con un enemigo al que no le pueden dar la espalda y que será lo único capaz de separarlos.

Sin mucho dramatismo, el film muestra las dificultades que como homosexual estabas destinado a pasar en una sociedad a la que no le interesaba entender otras opciones de vida, una sociedad que creía (y aún cree) que ser homosexual te hace inferior, te impide amar y te define con promiscuidad, sin embargo el otro lado de la moneda te muestra lucha, ganas de amar, felicidad y sufrimiento, sufrimiento como el que sentimos todos.

En una exclusiva escuela católica para varones en Melbourne en 1976, un arty y extravagante Tim Conigrave se enamoró locamente de Jo hn Caleo, el capitán del equipo de fútbol de la escuela ... ¡el resto es historia!

En 1995, las memorias de Tim Conigrave, Holding the Man se publicaron y se convirtieron en un clásico instantáneo. El libro contó la historia de su apasionada relación con su primer y único amor, John Caleo, una relación que comenzó en la escuela secundaria y terminó 16 años después, cuando el SIDA los golpeó a ambos.

Holding the Man tocó el acorde con los lectores de todo el mundo y se convirtió en un clásico instantáneo. Desde entonces, se han vendido millones de copias y el libro se ha adaptado en una obra de teatro y largometraje aclamado por la crítica. ¿Pero quiénes eran los hombres en el corazón del libro? ¿Por qué la historia de estos Romeos cruzados por estrellas se ha convertido en un relato tan fundamental de la tragedia mundial de la pandemia del SIDA?

Una historia de amor, pérdida y la pandemia del SIDA desde una perspectiva única de Australia, Remembering the Man sigue el curso de la tumultuosa relación de la pareja: su incómodo romance escolar; los esfuerzos de sus padres por mantenerlos separados; tentación, infidelidad y separación; cómo volvieron juntos más fuertes que antes; su diagnóstico con VIH y su batalla para mantenerse con vida; La muerte de john; y la carrera de Tim contra el tiempo para terminar de escribir Holding the Man antes de morir.

Recordando el hombre está dirigido y producido por Nickolas Bird y Eleanor Sharpe, realizadores que han producido una variedad de películas documentales, incluyendo Melbourne basado en reglas del salón de baile (2012) y Curtain Call (2014), y está narrado en parte por Conigrave a sí mismo, utilizando extractos de su entrevista con James Waites en 1993 para la respuesta australiana al proyecto de historia oral del SIDA, un proyecto realizado conjuntamente por la Federación Australiana de Organizaciones del SIDA y la Biblioteca Nacional de Australia.

A través de entrevistas francas y reveladoras con familiares, amigos y maestros, y utilizando imágenes y archivos de archivo raros, Remembering the Man descubre a la verdadera pareja detrás de Holding the Man y pregunta por qué su historia perduró cuando no lo hicieron.

El director Nickolas Bird dijo que escuchó por primera vez acerca de Holding the Man por parte de su compañero, quien adoraba el libro y lo comentaba constantemente. “Me fascinó instantáneamente la idea de un romance cruzado entre dos colegiales católicos. "Un enamoramiento adolescente que se convirtió en una especie de romance operístico que finalmente es destruido por el Destino", dijo Bird.

“Cuando finalmente leí Holding the Man , comprendí por qué mi pareja era tan efusiva. Es un libro hermoso, crudo y brutalmente honesto. La primera mitad es picante y divertida; La segunda mitad es devastadora. Pero en su esencia es una increíble historia de amor. Como cineasta, me inspiré y reconocí el potencial de un documental para descubrir historias más profundas sobre estos hombres ".

Cada generación tiene su guerra. La generación de Tim y John tuvo la pandemia mundial del SIDA y las víctimas fueron millones de hombres jóvenes que fueron golpeados en su mejor momento. Tim Conigrave y John Caleo no fueron los únicos en caer, sino que se han convertido en el rostro humano de todos los jóvenes que murieron en esta guerra.



lunes, 26 de noviembre de 2018

Courtney Love & Kurt Cobain



Kurt Cobain y Courtney Love se conocieron es una discoteca y terminaron peleando en el piso de una discoteca. La futura pareja terminó teniendo intimidad esa misma noche. Esta es la historia romance que marcó a toda una generación en los 90s.

El incomprendido. Kurt Cobain y Nirvana fueron todo un símbolos en la década de los 90s. El rubio cantante tomó por asalto la escena musical de Estados Unidos en medio de una generación de incomprendidos jóvenes. La ira, el vacío y la no pertenencia era un tema común en los temas de Cobain. Nirvana fue denominado como música "alternativa" en medio de las bandas glam y el heavy metal que se abría paso en ese momento.

Kurt Cobain y Nirvana llegaron como una sorpresiva patada en la cara en el mundo de la música mundial. Las presentaciones sin sentido, la dejadez de Kurt y la poca afinación de los instrumentos se convirtieron en las características principales de la banda en vivo.

El líder de Nirvana rompía su guitarra para surdos casi en todas sus presentaciones en vivo. Pero Kurt Cobain también rompía los corazones de sus fanáticas. Su look despreocupado y descuidado era el delirio de su público femenino. Pero fue Courtney Love la que cautivó a la joven estrella de rock de los 90s.

Un estruendo llamado Love

Kurt Cobain , quien se estaba ganando un nombre en la música dentro de Estados Unidos, nunca imaginó que su vida cambiaría por completo cuando conoció a la bella Courtney Love en una discoteca.

Fue el 12 de enero de 1990 que la atormentada alma de Kurt Cobain conoció a Courtney Love en 'The Satyricon', una conocida discoteca de la época en Portland, Oregón. La historia cuenta que la pareja se conoció, intercambiaron palabras y terminaron en una pelea en el piso del local.

"Cobain, quien estaba por tocar con Nirvana, pasó cerca de Love. Ella comenzó el diálogo: -Te parecés a Dave Pirner (cantante de Soul Asylum)", dijo Courtney Love a Kurt Cobain. Parece que vocalista de Nirvana no tomó a bien el comentario y terminó discutiendo con Love en el piso y forcejeando fuertemente. La discusión terminó cuando el rubio cantante le mostró un sticker de Chim Chim, su mascota, a Courtney. Cobain y Love se dieron cuenta que toda es pelea tenía un significado, la pareja se retiró del local y dieron rienda a sus pasiones.

Dave Grohl

Courtney Lov e quedó encandilada con Kurt Cobain desde esa noche. Ella no tendía bien el estilo de la banda hasta que escuchó el tema 'Sliver/Dive' de Nirvana y quedó prendida de la banda y su vocalista.

Courtney Love le confesó a Dave Grohl, baterista de Nirvana y actual líder de la banda Foo Fighters, que estaba media enamorada de Kurt Cobain. El joven baterista tenía buenas noticias para su amiga y le comunicó que Cobain ya estaba soltero. La noticia fue música para los oídos Courtney Love y decidió dar todo para conquistar a su contrincante en la discoteca.

Courtney Love, quien ya era una fanática de Nirvana, tuvo otro encuentro con Kurt Cobain en 1991 y ahí comenzó la historia de amor entre ellos. Courtney buscó a Cobain, terminaron de nuevo en el piso y hablaron de música. La joven Love tenía una banda llamada The Hole y había terminado de publicar 'Pretty on the inside' con el mítico Kim Gordon de Sonic Youth. Cobain no quiso quedarse atrás y sacó todo su repertorio musical. Love se dio cuenta del intento de Cobain pero ella tenía todas las de ganar ya que tenía mucho más experiencia que él en mundo de la música.

Comienza la caída

Es conocido que Kurt Cobain tenía una dolencia estomacal crónica que siempre lo hacía pensar en terminar con su vida. El vocalista de Nirvana pasaba muchas veces en cama para recuperarse y eso lo tenía muy cansado.

Fue en 1991 que Nirvana publicó Nevermind y Kurt Cobain inició la caía de su carrera y su vida. El joven entró en un círculo vicioso de adicciones. La llegada de Courtney Love, quien estaba tratando de salir de las drogas desde 89, agravó el tema ambos compartían sus adicciones.

Las giras de la banda, con Love de polizonte, hacían que Kurt Cobain viviera la vida de una manera bastante desenfrenada. Las adicción de la pareja siempre traerían muchos problemas que se acentuaron en el futuro.

Fue el 24 de febrero de 1992 que Kurt Cobain y Courtney Love decidieron casarse en Hawaii. La pareja solo duró casada dos años. Courtney Love, quien ya estaba embarazada de Frances Bean, la única hija de Cobain, continuaba consumiendo drogas durante su embarazo.

El fin de la función

Kurt Cobain, tras grabar el mítico MTV Unplugged con Nirvana, fue encontrado muerto por un electricista en su casa en Seatle. El hecho tuvo lugar el 8 de abril de 1994. La voz de toda una generación se había escapado de la clínica Exodus donde estaba siguiendo una rehabilitación, en Los Ángeles, California.

Las versiones

Se cuenta que Love había contratado a un investigador privado para encontrar a Cobain. También se cuenta que Love había llenado un informe de personas desaparecida haciéndose pasar como la madre del vocalista de Nirvana.

El parte policía decía que Kurt Cobain había fallecido el 5 de abril y su cuerpo contenía heroína en la sangre. La muerte de la estrella del rock se había producido por el disparo de una escopeta. Se dijo que fue suicidio y el tema quedó cerrado. Por su parte, Courtney Love había salido a decir que su expareja ya había intentado quitarse la vida.

La extraña muerte de Kurt Cobain inició miles de teorías que acusaban a Courtney Love de planear el asesinato. Nunca se supo la verdad sobre la muerte del vocalista de Nirvana. "Es muy complicado quitarse la vida con una escopeta", sostienen algunos investigadores del caso.

La última última carta de Kurt Cobain

Para Boddah - amigo invisible de la niñez - Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo Rock'n'Roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddie Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho no los puedo engañar, a ninguno de ustedes. Simplemente no sería justo simular que me lo estoy pasando el 100%. Sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme Señor, pero no es suficiente).

Soy consciente de que yo, nosotros, hemos gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En estas tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho a cómo había sido yo. Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza.

No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general... Sólo porque a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente.

Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por sus cartas e interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión.

Kurt Cobain

Frances y Courtney, estaré en su altar.

Por favor Courtney, sigue adelante, por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!



miércoles, 21 de noviembre de 2018

Patty Smith & Fred 'Sonic' Smith



La pareja que encontró la liberación en lo cotidiano.

“Hasta que la muerte nos separe”
 Una promesa que la poetisa del punk no ha cumplido desde hace más de dos décadas, ya que ha mantenido su vida ligada a la de su compañero desde que este falleció en 1994. Aún así, muchos de sus seguidores no consideran, e incluso desconocen este hecho. Es por eso que tenemos que hablar de la familia Smith, resultado de una de las parejas más icónicas en la historia de la música.

Estos dos se conocieron a finales de la década de los setenta, cuando el músico y su grupo Sonic’s Rendezvous Band le abrieron un show a Patti Smith, y fueron presentados por el guitarrista Lenny Kaye después del concierto. Muchos creen que fue amor a primera vista, pero la realidad es que la cantante, aunque se sintió atraída desde un principio, solo buscaba a alguien que le hiciera olvidar tantas decepciones amorosas.

A pesar de la inclinación de ambos por lo ordinario, no seguían protocolos y se fueron a vivir a un local que Patti había rentado para montar un café, pese a que no tenían dinero para una cafetera. Pasaron meses teniendo una abierta y escandalosa relación, y digo escandalosa no porque la pareja fuera explosiva como unos Sid y Nancy, sino porque hasta los medios punk buscaban ganancias a través de la polémica y muchas veces alteraban los hechos, haciéndolos ver como dos alcohólicos que se entregaban a las palabras de los poetas malditos. La verdad es que dentro de las paredes de ese café ellos se preparaban para la vida común, aprendiendo a cocinar, limpiar y disfrutar de su compañía.

Después de un tiempo estando bajo la mirada de todos, Fred le pidió a Patti Smith que se fuera con él a Detroit, a vivir en la granja de su familia, y ella aceptó sin dudarlo, sin pensar en todo lo que dejaría atrás. Se alejaron del caos y el desorden que era Nueva York y se encargaron de su pequeño espacio de edén, viajando por todo el mundo con el dinero de las regalías. Visitaron su amado París, el Tíbet, la Guyana Francesa y México, específicamente la casa azul de Frida Kahlo.

En los veranos, estos dos residían en un yate de la década de los cincuenta que tenían en la costa de St. Clair, aunque a ninguno le gustaba el agua. Pasaban los días calurosos pescando y escuchando los partidos de los Tigres de Detroit en la radio. Fred era un fanático del baseball, y de hecho entró a las fuerzas básicas de ese equipo como short stopper.

Después de catorce años de matrimonio y haber criado a dos hijos, Fred Smith falleció en 1994 a la edad de 45 por un ataque al corazón, tras varias semanas con un decaimiento en su salud. 

Con la muerte de su esposo, Patti se hundió en una terrible depresión, que duró casi dos años. Fue hasta que su hijo Jackson cumplió catorce, decidió regresar a Nueva York, para apoyarse en su amigo el poeta Allen Ginsberg y volver a la música, uniéndose a una gira con Bob Dylan.

Durante su matrimonio, se dijo que Fred la reprimía y no le dejaba volver a la música, o que Patti Smith solo se casaba con él para mantener su apellido. 

Pero con certeza les puedo decir que ese joven de Detroit fue la parte más importante en la vida de la Madrina del punk, ya que le dio lo que nadie hubiera podido, la satisfacción de haber formado una familia y un verdadero hogar, aunque solo fuera por un tiempo.



domingo, 18 de noviembre de 2018

Kim Gordon & Thurston Moore



Un amor del rocanrol que llegó a su fin

Kim Gordon y Thurston Moore fueron los Bonnie and Clyde de la música underground americana hasta que el amor se les acabó. Y eso fue a finales de 2011. Matador, el sello de Sonic Youth por entonces, emitió un escueto comunicado donde anunciaron la triste noticia: Los músicos Kim Gordon y Thurston Moore, casados en 1984, anuncian su separación. (....) Ambos han pedido que se respete su intimidad y no desean hacer más declaraciones.

Glosar la importancia de Sonic Youth en la música rock de finales del siglo XX no es mi intención. Críticos de la enjundia de Ignacio Juliá o Rafa Cervera, ambos con sendos libros sobre el grupo, ya lo han hecho y muy bien. Como bien dijo Michael Azerrad, crítico americano, Sonic Youth no fue un grupo que influyera decisivamente en el sonido de muchos grupos americanos, pero sí fueron esa necesaria inspiración para que muchos otros se dieran cuenta de que «era posible vivir de esto sin venderse a la industria» (Nirvana o Beck por poner un par de ejemplos de artistas de huella indeleble), ya que durante su trayectoria consiguieron aunar el arte elevado con la cultura popular, fueron pioneros en consolidar (junto a un montón de grupos pertenecientes a SST) un circuito estable de salas de conciertos de costa a costa americana, mantuvieron el control creativo de su arte en una multinacional como Geffen y, last but not least, lograron conciliar vida profesional y vida familiar en un gremio tan desastroso para esos menesteres como el de los músicos de rock.

UN AMOR A PRIMERA VISTA EN EL DOWNTOWN NEOYORQUINO

Kim Gordon nació en Los Ángeles en 1953, en el seno de una familia de clase media. Su padre fue profesor de Sociología en UCLA y su futuro artístico quedó predeterminado en el mismo instante en que la matricularon en un colegio laboratorio progresista angelino. Ella misma reconoce que se le dan fatal las cosas de índole práctica con la notable excepción de la cocina. Estudió Arte en Los Ángeles y en Toronto y, en 1980, emigró a Nueva York, donde trabajó en alguna galería de arte y en numerosos trabajos alimenticios (ahora una cafetería, más tarde una copistería) antes de que Sonic Youth se convirtiera en un proyecto musical rentable.

Thurston Moore nació en 1958 y creció en Bethel (Connecticut) en otra familia de clase media. Empezó la universidad, pero no llegó nunca a terminarla porque vio claro que su futuro estaba ligado a la música y, como joven audaz, emigró también a Nueva York cuando la escena creada alrededor del CBGB ya declinaba y fue sustituida por la escena no wave donde despuntaron fugazmente grupos como Teenage Jesus & The Jerks o DNA. Antes de enrolarse en Sonic Youth, fue uno de los guitarristas de acompañamiento de la orquesta de guitarras ruidosas de Glenn Branca (muerto hace escasos días) y lideró The Coachmen.

La conexión entre la reservada Kim y el locuaz Thurston, ambos actores conspicuos de la noche neoyorquina, fue inmediata. Así lo relatan ellos en Nuestro grupo podría ser tu vida de Azerrad:

THURSTON: Tenía unos ojos preciosos y una sonrisa muy bonita. Además, era muy lista y parecía tener un intelecto sensible/espiritual.
KIM: Tenía algo especial, desprendía ese aire de rebeldía infantil y bondad infinita.

No tardaron mucho en irse a compartir gastos al “piso ferrocarril” de la calle Eldridge de Kim. Kim le enseñó a Thurston cómo moverse en los cenáculos sofisticados del dowtown neoyorquino y, a su vez, Thurston le enseñó a Kim a tocar el bajo tras una buena ingesta de música reggae. Una pareja cool y complementaria. Los amigos de la universidad que uno quisiera conservar para siempre.

LOS DÍAS DE VINO Y ROSAS DE SONIC YOUTH Y DE KIM Y THURSTON

¿Se puede establecer una simetría vital válida entre la trayectoria de Sonic Youth y la vida en común de Kim y Thurston? Creo que sí. Desde 1984 hasta 1989, Sonic Youth, como uno de los grupos de referencia del indie americano, disfrutó de una fecunda productividad que se tradujo en discos memorables como Evol (1986), Sister (1987) o Daydream Nation (1988). Les tocó vivir la gran mentira reaganiana del amanecer americano pero, como suele suceder en una época de presidentes realmente malvados (Reagan en Estados Unidos, Thatcher en Reino Unido), le sacaron un rendimiento artístico enorme. El grupo será siempre más reconocido en Europa que en Estados Unidos y no conseguirán nunca ventas millonarias de sus discos debido a su intransigencia en hacer concesión artística alguna al mainstream. La peculiar estructura de sus canciones, su destreza en la afinación de guitarras (Thurston y Lee eran capaces de afinar más de una decena de guitarras antes de sus conciertos) y su proverbial inclinación a improvisar collages sonoros de extensa duración son su personal escudo de armas. No solo hacen buenos discos sino que gozan del respeto y admiración de artistas como Neil Young, Hüsker Dü o Mudhoney. Son años de intensa actividad y el tiempo les pasa entre estudios de grabación y giras continuas. Un estilo de vida incompatible con la formación de una familia.

La química en el grupo es buena porque nadie posee un ego exacerbado y todos poseen un bagaje cultural amplio. Están familiarizados con la vasta tradición musical neoyorquina que comienza con The Velvet Underground y continúa con The Ramones y Television y son lo suficientemente listos para aprender de los errores cometidos por sus héroes musicales. Además, Sonic Youth triunfan cuando sus miembros están cerca de la treintena y, por suerte, son chicos maduros que no se drogan, no beben en exceso y no se dedican a destrozar habitaciones de hoteles. En consecuencia, el deseo de trascender tiempo y espacio, fin último de todo grupo de música que se precie, es una meta factible para un grupo con una infinidad de recursos musicales y de relaciones sociales. ¿Y la química entre Kim y Gordon? Deduzco que buena a raíz de lo que Kim cuenta en su autobiografía La chica del grupo:

A lo largo de los años, Thurston y yo siempre coincidimos en los asuntos estéticos. Estábamos de acuerdo acerca de las portadas de los discos prácticamente todo el tiempo. La mayoría de las veces también éramos del mismo parecer en las mezclas. En las raras ocasiones en que nos peleábamos, se debía principalmente al modo en que me había tratado o hablado.

Tras la publicación de Experimental jet set, trash and no star (1994), Kim y Thurston son padres de Coco Gordon Moore, una preciosa niña: acabará siendo alta y rubia como el padre y bella y sensible como la madre. Kim y Thurston, preocupados porque la niña crezca lejos de una ciudad estresada como Nueva York, compran una casa de varios pisos en Northampton, una ciudad residencial de Massachusetts. Sin ser demasiado conscientes, ambos están comprando un pasaje a un distanciamiento paulatino que se hará insalvable justo en el momento en que estalla la Gran Recesión (2007-2008).

EL FINAL DEL VERANO LLEGÓ Y TÚ PARTIRÁS

Y, efectivamente, como cantaba el Dúo Dinámico en el último capítulo de Verano azul, el final del verano llegó en 2011. Y si una historia de amor tan cool como la de Kim y Thurston, después de casi treinta años de matrimonio, salta por los aires, ¿no es lícito pensar que el amor perdurable no existe?, ¿no entran ganas de cantar a grito pelado “Me cago en el amor” de Tonino Carotone? Es como la pérdida definitiva de la inocencia en el doloroso tránsito de la adolescencia a la edad madura.

Como Kim Gordon reconoce en el libro, Thurston es mejor padre que pareja. Sólo hace falta ver una foto de acompañamiento del disco Washing Machine, donde Thurston agarra amorosamente a la niña por sus piernecitas, para inferir que Kim puede tener razón. Kim nos relata que Thurston se acaba cansando de la tranquilidad de Northampton, ya que le recuerda demasiado a su adolescencia en Bethel. Thurston no es Thoreau y Northampton le debe parecer una especie de Walden opresivo que le impide liberar la testosterona acumulada. Thurston es una rata de alcantarilla que echa de menos una ciudad adicta a la acción como Nueva York y, hastiado de la monotonía conyugal, empieza una relación sexual de alto voltaje con una editora devorahombres. Thurston, como la mayoría de los artistas que han tenido una vida intensa, desea revivir aquello que en su momento le hizo sentirse especial, pero sin ser del todo consciente de que, a cambio, debe pagar un alto peaje por su osadía: perder a Kim, su compañera de viaje en la música y en la vida. Kim le descubre porque Thurston no sabe disimular su infidelidad. Es tan torpe que no es capaz de desembarazarse de comprometedores borradores de e-mail en su portátil. Kim le da varias oportunidades porque no quiere mandar al garete una historia de amor tan longeva como la suya y porque piensa en el bienestar emocional de Coco, su hija. Ambos hacen terapia para volver a juntar un balón de fútbol bastante descosido por las costuras, pero Thurston, como un yonqui (¿pero no se acuerda de su canción ‘Junkie´s promise’, dedicada a su amigo ya fallecido Cobain?), vuelve a reincidir en su loca historia de sexo con la editora. Kim y Thurston se separan. Y su tristeza es un poco la nuestra.

Puedo compartir, palabra por palabra, un texto que una fan de Sonic Youth publicó en una revista y que la propia Kim traslada a su autobiografía. El extracto abreviado dice lo siguiente:

¿Qué puede ser más aterrador que una pareja que decide —tras treinta años en un grupo, veintisiete años de matrimonio, diecisiete años dedicados a criar a una hija— que se ha acabado todo? Siempre que a ellos les fuera bien, a nosotros nos iba bien también.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Joan Baez & Bob Dylan



Joan Baez destacó desde un principio por su voz de soprano, potente y clara, más propia de un estilo menos rudo y popular que el folk. SIn embargo, sus gustos le convirtieron en una joven promesa del Greenwich Village y en una de las primera estrellas de esa escena emergente que logró grabar un disco a primeros de los años sesenta.

Logrado cierto reconocimiento musical, incluso más allá del reducido círculo del folk, Joan Baez se enamoró de un jovencito, Bob Dylan que había llegado a Nueva York hambriento de fama y reconocimiento, que había tomado la canción tradicional como un medio para desarrollar su arte. La figura de la reconocida cantante protegiendo a su joven pupilo comenzó a ser habitual en los garitos del Village. Si bien es cierto que el talento de Dylan habría aflorado antes o después, el apoyo de Baez fue una ayuda excepcional. Ésta le presentó en los ambientes musicales, que en otro caso se habrían mostrado más reacios y le llevó de gira en 1964 por los Estados Unidos como estrella invitada, aunque el joven Bob acabó por robarle todo el protagonismo.

Sin embargo, el mundo de la canción protesta, sus ideales políticos y su lenguaje comenzaban a ser una limitación para un Dylan cuya confianza en sí mismo crecía día a día.

En un largo y doloroso proceso, Dylan se fue desengarzando de este movimiento, siendo la mejor expresión visual del mismo, su célebre actuación en el festival de Newport de julio de 1965 donde interpretó tres temas ensordecedores con la Paul Butterfield Blues Band y fue abucheado por un publico que hasta ese momento le adoraba. 

Trastornado, subió nuevamente al escenario gracias a las súplicas del presentador de la velada, Peter Yarrow e interpretó una versión acústica de It´s all over now, Baby Blue, todo un símbolo.

Este proceso musical se vió acompañado por un cambio sentimental. Joan Baez perdió peso en su vida amorosa en favor de Sara Lownds con quien finalmente Dylan se casaría. Ambas mujeres representaban mundos totalmente opuestos: Baez era activa, díscola y no rehuía el protagonismo público, Sara prefería la vida discreta y el cuidado de sus hijos.

Al igual que la actuación en Newport marcó el final de la primera etapa de Dylan, la gira inglesa de 1965 (de la que hay una película documental extraordinaria dirigida por D.A. Pennebaker: Don´t Look Back) supuso el momento en el que Baez comprendió el papel que realmente desempeñaba en el universo Dylan.

Puesto que ella había llevado a Dylan de acompañante en sus giras americanas, creía que en la gira inglesa ella sería también invitada a subir al escenario. nunca ocurrió. En las imágenes del documental se ve a un Dylan encantado con sus amigos roqueros ingleses o con su corte de aduladores, poco pendiente de una Baez que yace tumbada en sofás de hoteles rasgando abúlicamente una guitarra y siendo el blanco de las bromas del grupo.

Baez rehizo su vida y su carrera, grabó discos, comenzó a componer sus propias canciones, luchó contra la guerra de Vietnam junto a su marido, David Harris, quien fue encarcelado por negarse al alistamiento. Se divorció y volvió a subirse a un escenario con Dylan en la gira Rolling Thunder Revue de mediados de los 70, esta vez sí invitada por su antiguo amante. en esta ocasión, la relación entre ambos en el escenario, en el rodaje de la película paralela Renaldo y Clara y en los camerinos fueron un motivo más para la definitiva ruptura entre Dylan y Sara: la venganza se sirve fría.

"Diamonds & Rust" es una canción escrita e interpretada por Joan Baez que fue publicada como single en Julio de 1975 promocionando el disco que llevaba el título de esta llamativa canción.

Su nueva canción habla sobre una sorprendente llamada telefónica que recibe de un ex-novio, que la hace retroceder en el tiempo y recordar esos dulces momentos de juventud. En ella deja en claro que la vida sin querer dá sorpresas, y que los recuerdos siempre están presentes aunque uno dice dejarlos en un baúl dentro de la memoria. Esos recuerdos buenos y también los malos, forman la vida y esto Joan Baez lo resume metafóricamente como "Diamonds and Rust".

Pero la prensa no se hizo esperar, y desde que empezó a sonar la canción en las radios se dieron el lujo de mencionar que en "Diamond & Rust" tenía un guiño a Dylan. En otras palabras, se decía que el amante que llama por teléfono a Baez en la canción, es realmente Bob Dylan, que fue pareja de Joan entre 1963 y 1965.


En su autobiografía llamada 'And a Voice to Sing With', en donde la cantante menciona que la canción fue escrita pensando en aquellos días en que su ex, David Harris, había pasado unos meses preso tras rechazar hacer el servicio militar e intentar escapar.

Obviamente esa declaración más que apagar el fuego lo hizo arder con mas ganas, asi que meses despues de publicar ese libro, Joan hizo oficial ese rumor: La canción fue escrita en honor a Dylan, luego de que este la llamara para saber de su vida.

Con esto quedaba mas que claro que Joan Baez le cantaba a su ex-novio, recordando con cariño los gratos momentos de esa relación amorosa a inicios de los 60's.

"Diamonds and Rust" fue la segunda pieza musical de Baez en entrar al Top 40 del Billboard, y además fue su mayor éxito como compositora. Esos pergaminos, más la historia que hay detrás de esta pieza, hacen que "Diamonds & Rust" se convierta en una de las canciones mas aplaudidas de esta cantante que marcó la historia del folk y la canción protesta en los estados Unidos.