sábado, 11 de febrero de 2017

Amy Giberson & Justin Pounders



Ellos se conocieron por internet. Lo que descubrieron tras varios años era algo que no se esperaban.


En el artículo de hoy vamos a mostrar una narración que parece sencillamente de cuento de hadas, pero que, aunque parezca mentira, es muy real. Algo que puede hacer que nos cuestionemos si el destino existe en realidad. Todo empezó treinta años atrás de que se conocieran estos dos ciudadanos americanos. No es algo que se vea todos los días, un amorío casi imposible, pero que contra viento y marea se forjó y reensambló.


Cuando tenían 3 años, Amy Giberson y Justin Pounders compartieron un tímido romance en el parvulario Sunshine en St. Petersburg, Florida, USA. Juntaban bloques juntos, se sentaban al lado del otro durante el almuerzo y jugaban a pillar en el patio de recreo. 


Pero como muchos otros primeros amores, su tiempo fue fugaz. Ellos crecieron, fueron a diferentes colegios y eventualmente se olvidaron de aquella tierna relación.


Todo eso cambió 30 años después, cuando Giberson, de 33, y Pounders, de la misma edad, fueron emparejados en una página web de citas en internet. Y un año después se dieron cuenta de que habían sido novios en su infancia, en su hogar natal. Hasta su profesora, Diane Twar del parvulario recuerda tras tres décadas como se entregaban afecto. “Estaban locos el uno por el otro. Aún los puedo visualizar, siempre juntitos…”


“Era un romance tímido, muy tranquilo. Ellos se gustaban desde hace mucho, era un amor de juventud, un noviazgo encantador. Ellos insistieron en sentarse juntos en la fotografía de clase.” Relata la profesora. Giberson y Pounders se graduaron y fueron a diferentes escuelas primarias, secundarias e institutos. 


Poco a poco esos bellos recuerdos se iban desvaneciendo. Pero a la edad de 32, ambos se volvieron a encontrar en St. Petersburg, solteros y en busca del amor.


La suya es sin duda una historia moderna de amor. Incluso pensando que él no reconoció a su antigua amante, Pounders envió un mensaje a Giberson en el momento en el que la imagen de ella apareció en la página de contactos. “Vi su foto y por alguna razón, me atrajo instantáneamente. Ella simplemente tenía una energía genial, digamos. No puedo explicarlo, pero sabía que tenía que conocer a esta chica.” Relató el hombre.


Los dos empezaron a escribirse y a llamarse por teléfono cada noche, sin ser conscientes de que ya se habían conocido, y se citaron en un restaurante local. “Por supuesto, en ese punto, nosotros no sabíamos que habíamos sido novios en preescolar, pero cuando nos encontramos y nos abrazamos fue como si lo conociera de toda la vida.” Comentó Amy. “Cuando lo vi por primera vez, sentí que estaba mirando al hombre con el que me iba a casar.”


Los dos se vieron cada día tras su primer encuentro y se enamoraron ipso facto. No fue hasta que pasó un año que descubrieron su historia de niñez. Giberson dijo que los dos crecieron bastante cerca pero no tenían amigos comunes, y que seguramente nunca se habían cruzado. “Estábamos en el coche y Justin casualmente mencionó que amaba mi nombre porque había estado enamorado de una chica que se llamaba igual.” Relató ella. “Entonces bromeé, “Bueno, no soy yo, así que no quiero oír hablar de ella.”


Pero cuando ellos cuando percibieron la conexión que tenían, el haber acudido a la mismo centro preescolar al mismo tiempo, Amy fue consciente que seguramente aquella niña era ella. “Preguntamos a nuestros padres para que revisaran las fotos de aquella época del parvulario que tuvieran. La madre de Justin encontró una instantánea de los dos juntos y simplemente empecé a llorar, estaba en éxtasis. Yo era aquella enamorada durante todos estos años. Era cosa del destino….”


La pareja cita a una “fuerza mayor” como la razón por la cual su amor llegara a cerrar un círculo. “Alguien o algo definitivamente decidió que no teníamos que volver a reconectarnos hasta ahora. Hemos estado tan cerca, con una facilidad aplastante para vernos pero no ocurrió hasta el momento ideal. Y ya ha llegado.” Explicó Pounders, emocionado. 


De todos modos Pounders está aún esperando para el tiempo perfecto para hacer la pregunta, la pareja ya ha elegido la fecha de boda y dónde pasarán la luna de miel.


“Estamos haciendo todo al revés, pero no nos importa. Somos grandes amigos y estamos enamorados. Y aparentemente siempre lo fuimos.” Añadió Giberson. Sin duda todo apunta a que tenía que era cosa del destino… ¿qué te ha parecido esta historia? Parece de cuento, ¿verdad? Pero es muy real, unos acontecimientos que nos hacen ver que el amor verdadero es posible en estos tiempos que corren. Si te gustó este artículo dale like y comparte con tus allegados.



No hay comentarios:

Publicar un comentario