miércoles, 24 de octubre de 2018

Ginebra & Lancelot



El rey Arturo encomendó a Lancelot su mejor caballero de la tabla redonda que trajera a Ginebra a Camelot para casarse con ella, en el viaje ambos se enamoraron. En cuanto llegaron a Camelot , Arturo y Ginebra se casaron y Ginebra se convirtió en el centro de la corte.

Allí Morgana se enemistó con ella por expulsar de la corte a Sir Guiomar su amante y sobrino. Debido a este amor prohibido entre Lancelot y Ginebra que llego a oídos de los enemigos de Arturo la aprovecharon para acusar a Ginebra de adulterio y a Lancelot de traición al reino.

Esto llevo a que Ginebra fuese condenada a la hoguera y Lancelot fue expulsado fue expulsado del reino , pero el amor que Lancelot sentía por Ginebra le hizo querer salvar a la reina de la hoguera al intentar salvarla mató a dos hijos del rey , lo que derivó a una guerra en la que murieron todos los caballeros de la mesa redonda a excepción de Lancelot.

Ginebra recibió la noticia de la muerte del rey Arturo y de todos los caballeros de la mesa redonda cuando estaba encerrada en la Torre de Londres donde voluntariamente se había encerrado para no caer en manos de Mordred.

Tras esto se dirigió a Amesbury donde había un convento en el que la reina ingreso y decidió vivir allí anónimamente hasta que murió, por su parte Lancelot tras haber hablado con Ginebra por última vez en el convento abandono la vida de caballero y se convirtió en un monje ermitaño. Años mas tarde Lancelot tuvo un sueño en el que se le aparecía un ángel que le dijo que debía de construir un fetreo con ruedas , dirigirse a Amesbury donde encontraría muerta a la reina , así lo hizo recogió el cadáver de Ginebra y lo enterró junto al del rey Arturo.

Una poesía relacionada con esta historia.

Allí, noche y día, teje
un mágico lienzo de alegres colores.
Ha oído un susurro advirtiéndole
que una maldición caerá sobre ella
si mira hacia Camelot.

Pero aún gozando en tejer
en su lienzo las visiones del mágico espejo,
-cuando a menudo en las noches silenciosas
un funeral, con velas, penachos
y música, se dirigía hacia Camelot;
o cuando la luna estaba en lo alto,
y llegaban dos amantes recién casados-
“Cansada estoy de las sombras”,
dijo la Dama de Shallot.

“Tirra lirra”, por el río
cantaba Sir Lancelot.

Ella dejó el lienzo, dejó el telar
y miró hacia Camelot.
La tela salió volando y ondeó en el vacío;
El espejo se quebró de lado a lado;
“la maldición cae sobre mí”, gritó
la Dama de Shallot.

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